Mientras la villa de Boñar bullía de gente y animales en la famosa la feria del Pilar del año 1.876, la casa de Pedro López Ordóñez (natural de Genicera) y su esposa María Fdez. Míguez (natural de Boñar) se llenaba de alegría con el nacimiento de un nuevo hijo, el cuarto de los nueve que formarán esta familia. Tres días más tarde es bautizado en el baptisterio boñarense con el nombre de Atanasio siendo sus padrinos Esteban Fdez. (en nombre de su tío parterno D. Atanasio, cura en Madrid) y su abuela materna, María Santos Míguez, ambos de Villalón (Valladolid).
Ingresa en la orden franciscana, seguramente alentado por su tío cura y padrino de pila. Pronto comienza a destacar por su perspicacia intelectual que desarrollará en gran medida en la provincia franciscana de Santiago de Compostela, desde su Colegio de Misioneros para Tierra Santa y Marruecos.
Su producción literaria se orienta fundamentalmente al campo histórico y misiológico. Su primer fruto lo constatamos ya en la publicación del artículo “Memoria acerca de la Venerable Orden Tercera de N. S. P. San Francisco de la Villa de Castroverde de Campos”, en la revista “El eco franciscano” en 1.902.
En 1.914 funda la revista Archivo Ibero-americano y la dirigirá más de dos décadas. Dos años más tarde firmará el Reglamento de la Sección de Arqueología e Historia de Galicia (de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago) como su presidente y uno de los 13 fundadores de la misma. Una tarea que compagina con la de la enseñanza a los Teólogos del Colegio de PP. Franciscanos de Santiago.
Es esta misma década colabora ya con el Diario de León aprovechando sus escasas visitas a su Boñar natal y aprovecha para investigar algunos aspectos de la historia religiosa de León (“Algunos documentos referentes al monasterio de las Concepcionistas de León” 1.917)
Durante el II Congreso de Historia y Geografía Hispanoamericanas, celebrado en Sevilla en el año de 1921 presenta la memoria de la revista por antes nombrada.
El Padre Atanasio, que escribirá 30 obras monográficas, dedicó su atención a cuatro campos de la historia: más de 280 artículos dedicados al franciscanismo en España y particularmente en la Provincia de Santiago, 66 a la obra misionera de los franciscanos en América, 137 a Galicia, particularmente a la historia de Compostela y artículos sobre la obra misionera franciscana en Marruecos. Finalmente, una miscelánea de 114 artículos de carácter divulgativo y devocional y en los que se incluyen seis sobre la historia local de Boñar. Serán publicados en una sección que el Diario de León titulará “Memorias de Boñar” y que versarán sobre las figuras de D. Pedro Alfonso de Verdera y D. Manuel López Galiano, la feria del Pilar, la creación de la escuela de primeras letras, el calvario o la ganadería y el pastoreo.
En 1.941 fray Atanasio es propuesto por los académicos Narciso Correal y Freyre de Andrade, Manuel Banet Fontenla, Ramón de Artaza y Málvarez para que ingrese como uno de los cuarenta académicos de número de la Real Academia Galega. Su ingreso tiene lugar el 27 de julio de dicho año en una ceremonia que se desarrolla en el Paraninfo de la Universidad de Santiago.
En 1.942 su obra “La imprenta en Galicia. Siglos XV-XVIII” es premiada por la Biblioteca Nacional en el concurso bibliográfico de ese año.
En la madrugada del 1 de marzo de 1.944 fallece de una angina de pecho en el convento franciscano de Santiago de Compostela.
La villa de Boñar dedicó una calle a su ilustre hijo, aunque desconozcamos ese momento porque en las actas plenarias del ayuntamiento no aparece recogido tal acuerdo. Sea como fuere ahí está más que calle una calleja que conserva el encanto de un rincón sosegado, como el que busca un historiador para sumergirse en los legajos antiguos. Tal vez porque en ella se oyeron también sus primeros lloros infantiles.
© Juan Carlos García Caballero
Ingresa en la orden franciscana, seguramente alentado por su tío cura y padrino de pila. Pronto comienza a destacar por su perspicacia intelectual que desarrollará en gran medida en la provincia franciscana de Santiago de Compostela, desde su Colegio de Misioneros para Tierra Santa y Marruecos.
Su producción literaria se orienta fundamentalmente al campo histórico y misiológico. Su primer fruto lo constatamos ya en la publicación del artículo “Memoria acerca de la Venerable Orden Tercera de N. S. P. San Francisco de la Villa de Castroverde de Campos”, en la revista “El eco franciscano” en 1.902.
En 1.914 funda la revista Archivo Ibero-americano y la dirigirá más de dos décadas. Dos años más tarde firmará el Reglamento de la Sección de Arqueología e Historia de Galicia (de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago) como su presidente y uno de los 13 fundadores de la misma. Una tarea que compagina con la de la enseñanza a los Teólogos del Colegio de PP. Franciscanos de Santiago.
Es esta misma década colabora ya con el Diario de León aprovechando sus escasas visitas a su Boñar natal y aprovecha para investigar algunos aspectos de la historia religiosa de León (“Algunos documentos referentes al monasterio de las Concepcionistas de León” 1.917)
Durante el II Congreso de Historia y Geografía Hispanoamericanas, celebrado en Sevilla en el año de 1921 presenta la memoria de la revista por antes nombrada.
El Padre Atanasio, que escribirá 30 obras monográficas, dedicó su atención a cuatro campos de la historia: más de 280 artículos dedicados al franciscanismo en España y particularmente en la Provincia de Santiago, 66 a la obra misionera de los franciscanos en América, 137 a Galicia, particularmente a la historia de Compostela y artículos sobre la obra misionera franciscana en Marruecos. Finalmente, una miscelánea de 114 artículos de carácter divulgativo y devocional y en los que se incluyen seis sobre la historia local de Boñar. Serán publicados en una sección que el Diario de León titulará “Memorias de Boñar” y que versarán sobre las figuras de D. Pedro Alfonso de Verdera y D. Manuel López Galiano, la feria del Pilar, la creación de la escuela de primeras letras, el calvario o la ganadería y el pastoreo.
En 1.941 fray Atanasio es propuesto por los académicos Narciso Correal y Freyre de Andrade, Manuel Banet Fontenla, Ramón de Artaza y Málvarez para que ingrese como uno de los cuarenta académicos de número de la Real Academia Galega. Su ingreso tiene lugar el 27 de julio de dicho año en una ceremonia que se desarrolla en el Paraninfo de la Universidad de Santiago.
En 1.942 su obra “La imprenta en Galicia. Siglos XV-XVIII” es premiada por la Biblioteca Nacional en el concurso bibliográfico de ese año.
En la madrugada del 1 de marzo de 1.944 fallece de una angina de pecho en el convento franciscano de Santiago de Compostela.
La villa de Boñar dedicó una calle a su ilustre hijo, aunque desconozcamos ese momento porque en las actas plenarias del ayuntamiento no aparece recogido tal acuerdo. Sea como fuere ahí está más que calle una calleja que conserva el encanto de un rincón sosegado, como el que busca un historiador para sumergirse en los legajos antiguos. Tal vez porque en ella se oyeron también sus primeros lloros infantiles.
© Juan Carlos García Caballero