C/ Juan Antonio Fdez. Gutiérrez. Víctima del terrorismo

Encuadre histórico del trágico suceso
En 1.964 PCE de Santiago Carrillo sufre una escisión de la que nacerá el PCE marxista-leninista una fuerza más a la izquierda que recriminará la blandura de su progenitora. Sus militantes inspirarán la organización española FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) que recurrirá al terrorismo en su lucha contra la dictadura de Franco. Aunque hasta el 24 de noviembre de 1.973 no se constituye formalmente en París con el respaldo de 11 organizaciones de ideología comunista, ya se habían redactado sus principios y acordado su existencia el 23 de enero de 1.971 en la ciudad parisina, en concreto, en el piso del dramaturgo estadounidense Arthur Millar, en una reunión coordinada por su amigo Julio Álvarez del Vayo, un socialista exiliado tras la guerra civil española. Que radicalizaría su postura hasta llegar a ser elegido el primer presidente del FRAP en enero de 1.974.
El 1 de mayo de 1.973, durante las tradicionales manifestaciones de la clase trabajadora en Madrid, el FRAP va a aparecer en escena por primera vez.

Juan Antonio Fdez. Gutiérrez
Comienzos del otoño de 1.952 en Boñar. Teodomiro Fdez. Alonso (natural de La Pola de Gordón), de 31 años, se había trasladado a la villa por motivos laborales para trabajar en las minas cercanas y desempeñaba la labor de especialista mecánico en el exterior de ellas. Su mujer, Manuela Gutiérrez Bayón estaba a punto de dar a luz. El feliz acontecimiento sucedería la noche del 26 de septiembre. El varón sería bautizado con el nombre de Juan Antonio.

La fecha fatídica
El discurrir de los años hizo que el joven Juan Antonio entrase en el cuerpo de la Policía. En 1.973, estaba asignado a la Brigada Político-Social (BPS) con el rango de subinspector. Junto con dos compañeros, Bienvenido López García -inspector de tercera- y Faustino Peñabad Castro –policía armado- estaban vigilando a los manifestantes del 1 de mayo desde su coche patrulla en las cercanías de Antón Martín, en concreto, en la calle Santa Isabel, cuando un comando de el FRAP mezclado entre los asistentes preparados con hachas, cuchillos y barras de hierro les atacó. Juan Antonio recibió varias heridas por arma blanca al igual que sus dos compañeros.
Trasladados de urgencia a la clínica privada de la ciudad sanitaria provincial “Francisco Franco”, Juan Antonio fallece a los pocos minutos de ingresar.

La despedida
A las 11 de la noche el féretro llega a la sede de la Dirección General de la Seguridad siendo recibido por el Director Gral. de Seguridad, Eduardo Polanco Rguez., y por el Jefe Superior de Policía, Federico Quintero Morente. Cubierto con la bandera de España es introducido a hombros por sus compañeros.
Al día siguiente por la mañana, en la capilla ardiente, sus familiares reciben el pésame de una multitud entre la que destaca el vicepresidente del Gobierno, el almirante Carrero Blanco y muchos compañeros de las brigadas social y criminal y de la policía armada. Reciben también las condolencias de la Sección Femenina a través de un telegrama de su delegada nacional Pilar Primo de Rivera.
Puesta en marcha la comitiva fúnebre hacia Boñar llega a la villa sobre las seis de la tarde donde les espera autoridades provinciales (gobernador civil, presidente y vicepresidente de la Diputación, el comisario jefe, el General de la Guardia Civil, el delegado de Educación y el de Vivienda) y la corporación municipal local para conducirlo a la capilla ardiente que se instala en la casa consistorial.
Al día siguiente, 3 de mayo, se oficia el funeral a las doce y media de la mañana. Los titulares del Diario de León definen muy bien el ambiente “Crimen en Madrid y dolor en Boñar”, “Boñar en Dolor”.

El homenaje póstumo
La corporación municipal encabezada por el alcalde Félix Población Población aprueba en la sesión plenaria del 9 de octubre de ese mismo año homenajear a Juan Antonio Fdez. Gutiérrez dando su nombre a la calle que une la C/Ildefonso Valcuende (actual C/Herminio Rguez.) con la Avda. del Generalísimo (actual Avda. de la Constitución).

Desde aquí mi sencillo homenaje y recuerdo a un joven cuya memoria parece haberse diluido, como la de tantas víctimas del terrorismo, en el silencio de la historia. No podemos permitirnos el lujo de olvidar a quienes dieron su vida para que tuvieramos una vida tranquila y segura. Mi recuerdo y afecto también a su familia.

© Juan Carlos García Caballero


3 comentarios:

  1. Hola Moncho:
    Ya ves que yo también tengo mis limitaciones con la tecnología y lo único que he logrado hacer es la evaporación de tus entradas. Seguiré afinando mis conocimientos informáticos. Y sí creo que en cuestión de dar la vida por otros a veces tiene la recompensa del olvido y tenemos de deber de que esa memoria, comedida y respetuosa, no caiga en un oscuro baúl de los no-recuerdos.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Este va a ser el primer comentario en la historia que es contestado antes de ser escrito.
    Para el que se incorpore tarde al programa (como en la radio) yo puse un comentario felicitando a Juan Carlos por su blog y ratificando su opinión sobre tener un recuerdo para todo aquel que perdio la vida por los demas, incluso para quien fué enterrado sin nombre ni placa. Pero lo hice desde el PC del tajo y salia el nombre de la empresa y el borró y yo vuelvo a escribir mas o menos lo que puse pero esta vez desde el de casa.

    Un saludo.

    Moncho

    ResponderEliminar
  3. Nada... o casi nada! Mis abuelos vinieron de Boñar a Argentina. Yo he estado tres veces en el pueblo, encontré lejanos parientes de ellos, viví momentos inolvidables y aquí me encuentro la calle donde vivían algunos de ellos: Juan Antonio Fernández. Allí estaba la casa de Hossany Baro y su mujer, Carmina De Lera Díez. Y si no me equivoco, una de las casas que diviso es la de ellos.

    Le he escrito, señor García Caballero, espero que vea mi mail
    cristina de la Plaza

    Le he escrito, señor,

    ResponderEliminar